¿Es una silueta oscura o soy yo?
La depresión me encarcela en un altar perdido
derrumba sus ladrillos y se levanta sobre mi espina dorsal
sí, cuando me deprimo,
una espada atraviesa mi espalda por la mitad
la enfermedad me roba las cartas
estoy agotado
he derramado veneno de desidia en mis uñas
y las he mordido
viendo cómo mordía y la uña volvía a crecer
y he mordido mis dedos
he arrancado mis manos y destrozado mis hombros
he devorado mi carne y he reventado
mis venas
sangrando piedras negras y terminando
de quebrar las costillas y de plantarme frente al corazón
y bramar la necesidad de que bombeara destellos en mi cuerpo
que permitieran a mi mente deslumbrarse
y recordar que
todo es finito
sólo debo asir al dolor
y reírme de él.