Burgos no es de derechas
Parece que el recurso de que Burgos es de derechas, cuya pretensión es alentar la conservación de un orden determinado, ya no funciona. Ahora, el recuerdo de un conflicto social tan importante como el de la revuelta popular de Gamonal de 2014, que se reprodujo en la lucha contra la especulación de obras como la Plaza de Toros, así como las inmensas mareas blancas y manifestaciones por la educación pública, el crecimiento del movimiento feminista y la lucha contra los desahucios, nos recuerdan muy bien que Burgos no es de derechas, y que se ha sabido defender en algunos casos del avance del modelo neoliberal, y más si nos atenemos a las cifras de población, compuesta en su mayoría de la clase trabajadora de una industria que, con la crisis de 2008, ha visto perder su trabajo o empeorar las condiciones del mismo.
Las condiciones en que viven unos vecinos y otros de barrios como San Cristobal, Juan XXIII, Gamonal, son la mejor muestra del conflicto social en lo referente a la configuración de la ciudad. El proyecto de Imagina Burgos se encuentra sujeto a las escasas posibilidades que ofrecen las instituciones del orden de la democracia liberal, puesto que éstas nacieron y se desarrollan bajo el imperio de la burguesía, que en nuestra ciudad el discurso crítico y popular ha identificado con Méndez Pozo. “El Jefe” es la pura representación de cómo funciona el poder en nuestra ciudad; al tiempo que las instituciones regalan millones en obra pública y contratación administrativa en escándalos sonados y vinculados, cómo no, a la corrupción endémica de un PP que gobierna siempre para los intereses de las élites. Forma parte de ellas, extendiendo las redes clientelares del conservadurismo en la universidad y la administración, los medios de comunicación como los pertenecientes a PROMECAL, las cajas de ahorros, los consorcios, las contratas, y en generan el cualquier lugar donde se decida cómo en Burgos se reparten las posiciones, los excedentes y, su contrario, las miserias de los barrios abandonados en Burgos.
Nuestros queridos vecinos viven sin calefacción, ni ascensor, ni condiciones de salubridad, con cortes de electricidad y hacinados en los malos materiales de construcción, ahorrando en la comida y haciendo malabares imposibles con las cuentas de la casa. Resumiendo, además de vivir en unas condiciones mucho peores, encima el poder político y el reparto de posiciones se reduce a una élite: José María Arribas, Arranz Acinas, el propio Jefe, algunos ejemplos. Imagina Burgos pretende, según su ideario, entrar en las instituciones, y conquistarlas, para iniciar un nueva etapa política basada en la participación democrática en los asuntos públicos.
Imagina Burgos pugnará por democratizar la ciudad, remunicipalizar los servicios y auditar la deuda.
Si hacemos un repaso rápido, la pregunta fundamental sería con que resultado se enfadaría Méndez Pozo, que es ya una señal de que la mayoría social se encontrara en el camino de superar el concepto de representación de la democracia liberal, consistente en votar cada 4 años y olvidarse hasta las siguientes elecciones, de modo que las élites políticas se fusionaran con los propios intereses de las económicas, del sector de la construcción en especial.
Han surgido formas de controlar la selección de candidaturas. Si Méndez Pozo estuviera interesado en una adjudicación, por ejemplo, podría tratar de comprar a unos representantes alejados de la realidad de la calle, y por tanto más proclives a buscar su propio provecho, por ejemplo. Pero si los representantes políticos pudieran ser revocados entonces ya habíamos dado un pequeño paso para frenarle. Las élites locales se entendieron bien con él, durante el pasado gobierno del PSOE de Olivares, lo que nos lleva a pensar que ahora también podría congeniar con Daniel de la Rosa; mal asunto, igual que Ciudadanos que ha presentado una candidatura que está que se muere de las ganas por venderse en la investidura a quien más beneficios le proporcione, PROBUR es una broma de mal gusto del burguesito Roberto Alonso, propietario de Ferroplás y antes portavoz de UPyD, y Vox lo constituyen ultraderechistas que aun no han superado el fallecimiento de Franco. ¿Qué decir del PP? Lacalle es un “Sujetador” de la trama, como tan bien lo ilustró El Perdigón. Quizás Méndez Pozo se le atragantara el mal gusto de algún fascista de Vox, pero por lo general podría hacer negocios con estos grupos que comentamos.
El 15M fue la brecha y Gamonal ha revitalizado los movimientos sociales de la ciudad, pero el proceso electoral ha ido en detrimento de la lucha, que supone la dinámica del cambio social. Después una considerable parte activistas se involucraron en el surgimiento de proyectos electorales como Imagina Burgos, un proyecto que en sus primeros momentos fue inspirado por la convicción de que la lucha social debería transformarse en las instituciones, en propuestas concretas. Entre sus propuestas más interesantes se encuentra el reforzamiento de la autonomía municipal, la auditoria y reestructuración de la deuda, remunicipalizar los servicios públicos y democratizar las instituciones, impulsar una nueva política de cultura. Desde el proyecto, cuya candidatura encabeza Raúl Salinero, apuestan también por la economía social y solidaria, además de por el reparto del trabajo.
En el apartado de la democracia local de su programa, Imagina Burgos apunta que: Los mecanismos de participación ciudadana de los que se ha dotado la ciudad hasta la fecha han resultado a todas luces ineficaces e insuficientes. La Ordenanza Municipal, basada en un modelo de Consejos Sectoriales y de Barrio, con una función meramente consultiva y sin capacidad de decisión, desincentiva la participación popular y abre la puerta al clientelismo.
Y el clientelismo es una de las formas que utilizan las élites económicas para colonizar el campo institucional en el que, desde las elecciones dl 24M estará Imagina Burgos. Sus candidatxs fueron elegidos por unas primarias abiertas en las que votaron más de 1.200 personas y en las últimas encuestas superaba el 16% de los votos; obteniendo entre 4 y 5 concejales, lo que podría convertir a la candidatura en fundamental para formar gobierno sólo si el PP y el PSOE se desploman lo suficiente. Lo más probable parece que el PP no obtenga la mayoría pero gane las elecciones, pactando más tarde con Ciudadanos, en un caso que podría repetirse en diversos ayuntamientos. De cualquier forma, la izquierda burgalesa goza de un buen momento. Veremos los resultados.
Muy importante será, también, que el conflicto social no sea absorbido por lo institucional.