Estoy clausurado en ciudad cerrada

maniatado en la plaza

esperando que canten mi precio en los puestos,

que las palomas me aplaudan

trayéndome golosinas abrasivas.

 

Estoy atrapado como un pájaro entablillado

por las difamaciones de las alas.

Voy dando saltos apagados

a través de un arco

que conecta parcelas de encierro.

 

Aunque conozco cada nido hormigueante

y he visitado también los sótanos de las zarigüeyas,

las madrigueras de los oseznos,

las cívicas mímesis de los insectos,

los cordeles sangrientos de los cuervos:

aunque conozco las erupciones de las baldosas

y puedo andar con los ojos cerrados,

tengo miedo

de esta

cuidad.

 

Cuando voy desde un lado clausurado

hasta otro bando cerrado,

pienso:

imposible,

esto no puede estar pasando,

cómo iba yo a venir aquí

si no estoy en este lugar.

 

Intento desplegarme

para surcar el afuera azul.

 

 

 

 

 

 

 

Ciudad cerrada, poema, Víctor Atobas, escritor, burgales, lirismo,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *