¿Por qué gritamos? es la pregunta que planea sobre este poemario, reunión de momentos poéticos que surgen desde el interior de las trincheras; la sal y el sudor, la intimidad y el coraje de los integrantes de El Perdigón, que dedican sus versos a l@s vecinos de Gamonal, así como a l@s luchador@s libertari@s o a la mujeres de Ciudad Juárez, denunciando la violencia y la opresión y habiendo rescatado la rabia, para fundirla con la acción.
Ángel Barredo abre la antología con los versos traídos del recuerdo de su abuelo, minero y picador socialista; la memoria como una fuerza reparadora desde la que extraer lecciones y acercarse al otro; me hice hombre, unido a los mineros de la cuenca/ Junto a ellos emprendí la carrera de la vida — escribe Barredo, que mira directamente a los ojos angustiados y al llanto de la vida, y se hace hombre digno y poeta de la huelga.
Rufino Hernández teje una poesía de lo auténtico y lo cotidiano, denunciando el mundo falso de quienes, en definitiva, renunciaron a ellos mismos, frente a los que rechazaron esos mil dioses de barro. Y lo bello del hombre sea pensar — anhela Rufino en su poesía humanista, que lleva el sentir de los humanos/ convirtiendo en acción tanta apatía, permitiendo que se puedan crear otras formas de vivir, y de pensar.
Si en un lago oscuro tu cara no se refleja/ ponte a mirar al cielo/ a otra cara o a una estrella — escribe Mario de la Peña, que aporta la versión más intimista de la antología bajo la fugacidad de la avalancha de preguntas que voy olvidando antes de responder. De igual manera que es triste pensar lo que no fue, y aun los escombros no digan nada, Mario escribe con la belleza reparadora.
Rubén de la Peña tiñe los eneros burgaleses de un manto silencioso, como si una presencia negra y angustiosa lo hubiera cubierto todo, retrotrayendo el sabor amargo y atravesado de la tragedia; son los eneros que bautizaron/ nuestros miedos/ muerte, recuerdo de los obreros de la calle Sauce. Rubén aporta diversidad a su poesía desde el tono irónico de alguno de sus versos; para que podamos elegir democráticamente/ entre matarnos de felicidad ajena/ o morirnos del propio asco, denunciando la lógica depredadora del capital y de los mercados, traducidos en muerte y miseria.
Marcos Erro nos regala un brillante manual para politizar a nuestras amistades, para que dejen de vernos raras y seamos una más. La poesía de Marcos le cierra las puertas a quienes la ensucian con la especulación y el poder del crucifijo y del altar, de modo que no cabe más derrota en las entrañas, y más cuando escribe a Gamonal; nos ahogaron con la sed y con mentiras/ pero ahora no tenemos miedo a nada — continúa Marcos, que carga su versos con la rabia, empuñando la justicia y la necesidad de la lucha.
Pero son muchos más los temas que tratan este grupo de poetas, partiendo del compromiso frente a la dominación y al poder, pensando a la poesía como un arma cargada de futuro. ¿Por qué gritamos? tiene una edición que ha sido tratada con cariño, y puede adquirirse por 6€ en CGT Burgos o en la Casa de la Cultura de Gamonal.