Las plantas psicodélicas
nacen en frondosas selvas psicodélicas
sustrayendo sustancias psicodélicas
de la amazónica atmósfera psicodélica.
Las plantas psicodélicas
proporcionan resinosos frutos psicodélicos
a los chamanes que abren fugas psicodélicas
moliendo frutos en mejunjes psicodélicos.
Las plantas psicodélicas
como libidinosas mujeres psicodélicas
enloqueciéndome con su sexo verde psicodélico.
Las plantas psicodélicas
desdoblan la conciencia psicodélica
para que emprenda viaje psicodélico.
Sin moverme, comienzo vagabundeo psicodélico
percepción molecular deshaciendo grandes conjuntos telúricos
flujo de verdes y róseos deseos,
quizá no tan quiméricos.